El proceso de oxidación comienza sobre los 25 años, por lo que los 30 son claves para tomarse en serio el cuidado de nuestra piel, con nuevos o mejores hábitos saludables.
Si ya pasaste la barrera de los 30, seguro ya te diste cuenta de que los signos del paso del tiempo han empezado a tener efecto en tu rostro. Es a partir de esta edad que el cuidado cosmético se convierte en un “must” en nuestra rutina diaria. Las cremas y tratamientos nos ayudan a retrasar arrugas y flacidez, sí esas que poco a poco comienzan a aparecer.
Dale a tu piel la atención que necesita a los 30 (o antes) para lucir esplendida a los 40 y 50.
Exfolia tu piel. Las células muertas deben removerse para que la nueva piel suave pueda salir, y de paso elimina el exceso de grasa del rostro para que tu piel respire mejor.
Hidrata tu piel tu piel de día y regenera tu piel de noche. Hay que diferenciar entre la crema de día y la de noche, cada producto está adaptado a un momento del día y tienen efectos diferentes. La primera protege de la polución y agentes externos y la segunda se caracteriza por ser más regenerante, pues es por la noche cuando se produce la mayor regeneración de la piel. Asegúrate que tus cremas contengan más y mejores ingredientes que aquellas que usabas a los 20. Y sobre todo que ayuden (además de hidratar) a darle elasticidad a la piel.
Protégete del sol. Ni a los 20 ni a los 30 ni a ninguna edad podemos tirarnos al sol sin protección. La protección solar es fundamental para el cuidado de nuestra piel. Usa factor 30 o más y si usas base procura que también contenga protector.
Faciales. Son una excelente forma de mantener tu piel joven y radiante, procura hacerte uno al menos una vez al mes. Si no eres de ir a que te los hagan (por falta de tiempo o recursos) aplica mascarillas faciales naturales y hacer un tratamiento de spa en tu casa. Los faciales hacen maravillas en tu piel y notarás el cambio de la textura para una piel más sedosa y suave.
Vida saludable. Para una piel hidratada y eliminación de toxinas del cuerpo hay que tomar mucha aguas (8-10 vasos al día). El ejercicio y una alimentación sana y equilibrada también son fuentes indispensables para conseguir el balance en nuestra piel. Y por último trata de establecer un horario para dormir (de 6-8 horas diarias), y así evitar el paso de los años en tu rostro.
No olvides mantener una rutina de limpieza por las noches y usar los productos adecuados para ti para que puedas disfrutar de una piel joven, suave y radiante.